Jaime Garzón vive
1 Marzo 2016Roberto Loddo
Dedico la traducción de este artículo en memoria de Jaime Hernando Garzón Forero a su hermana, Marisol Garzón Forero.
Il Manifesto de Cerdeña dedicará su primera página de Facebook a las víctimas de os crimen de Estado en todo el mundo. Empenzamos recordando a la figura de Jaime Hernando Garzón Forero, un abogado, pedagogo, humorista, actor, filósofo, político, periodista y mediador de paz en Colombia. Jaime Hernando Garzón Forero nació en Bogotá el 24 de octubre de 1960 y fue asesinado a manos del Gobierno en Bogotá el 13 de agosto de 1999. Una figura poco conocida en Italia, sino una figura arraigada en la memoria de la sociedad colombiana. Especialmente aquella parte de la sociedad colombiana que sufrió en carne propia la represión estatal contra las voces libres y democráticas. Hacen falta personas como Jaime Garzón, un cómico que todos los días hacía reír con su sátira de los acontecimientos del día. Según lo escrito por Massimo Cavallini en un artículo hermoso y raro en el Fatto Quotidiano en 2012,
Jaime era una persona que en concreto hacia reír. Por esta razón él daba miedo a todos, desde los políticos a los criminales que financiaron los políticos con el dinero de la droga. Gracias a su entrada en el mundo del periodismo colombiano, Jaime Garzón fue un hito en la sátira política colombiana. Él no era simplemente humorista penetrante; promovió iniciativas de paz entre el gobierno y las guerrillas de izquierda, organizó conferencias de prensa de los rebeldes durante el proceso de paz de los años 90, a menudo jugó un papel mediador entre los grupos armados y las familias de los secuestrados por las FARC.
El 13 de de agosto de 1999 fue asesinado en Bogotá de cinco tiros por dos sicarios cerca de los estudios de radio donde trabajaba, Radionet. Durante el juicio, la defensa denunció la manipulación de la investigación por el DAS con la connivencia de destacados políticos y de miembros del Ejercito. La muerte de Jaime Garzón es uno de los muchos casos no resueltos de los crímenes de Estado en Colombia.
Jaime era tan consciente del temor que sus palabras causaron en los ambientes paramilitares colombianos que él había elegido la canción que le habría acompañado a la tumba.
La redazione del manifesto sardo ringrazia Matteo Mirai per la traduzione dell’articolo.